Bye, bye, Rios Adios

Hola a todos

Después de tener el blog un poco abandonado en el verano, vuelvo con las fuerzas recuperadas, esta primera entrada de la nueva temporada, se la dedico a un viejo rokero de esos que nunca mueren, Miguel Ríos, este “tío” (el habla así) ha decidido poner final a la carretera, a los bolos, a los autobuses,  a los hoteles, a las ferias de los pueblos y a los grandes tours en directo. 66 años pesan y mucho, aunque ya quisiera yo estar como está él cuando llega a los 66.

Ha comenzado en Granada su gira de despedida, en un principio estaba programado un concierto en Granada otro en Madrid y otro en Barcelona, al final por la enorme demanda que ha existido se han programado dos en Granada dos en Madrid, uno en Barcelona, Santander, La Coruña, y Valencia.

Como diría S.M. el rey, me llena de orgullo y satisfacción la respuesta que los españoles le estamos dando  en su despedida, ya era hora de que en España se reconozcan a  las vacas sagradas del rock autóctonas, y no solo a los de fuera, en eso los anglosajones nos llevan mucha ventaja cuidando y escuchando a sus estrellas con el paso de los años.


Tuve la suerte de poder estar en el segundo concierto de Granada junto con mi esposa y tres amigas más (besos para las cuatro), 10.000 personas el viernes y otras 10.000 el sábado lo despidieron a lo grande como él se merece, porque solo un grande del rock como él puede llenar los conciertos de esa manera, tener un público tan entregado y a la vez agradecido por lo que Miguel nos deja, solo un grande puede estar 50 años en los escenarios cosechando éxitos e irse por la puerta grande, cortarse la coleta con 66 años encima de un escenario, ofreciendo un espectáculo con mucha fuerza y con enorme calidad tanto musical como humana.

En la presentación de su gira, que hizo el pasado 10 de junio en el Ayuntamiento de Granada, Miguel Ríos dijo querer decir adiós a los escenarios para no "dejar un bello cadáver" y sí "un bello recuerdo" en sus seguidores y hacerlo además con la "gallardía y actitud rockera" del que puede elegir "su principio y su final", porque de lo contrario se convertiría, bromeó, en un 'rolling stone'.

En el concierto tuvo colaboradores de lujo, otros grandes mitos españoles que también se han mantenido en el tiempo como Ana Belen, Carlos Goñi (Revolver), Carlos Tarque (M-Clan), Jose Ignacio Lapido (091) , Rosendo Mercado (Leño), Manolo Garcia (El ultimo de la fila), y otros más contemporáneos como Amaral y Pereza.

Admiro a este “tio” por ser embajador de su tierra allá donde va (ya sabéis que yo lo hago con la mía, el centro del mundo) , por ser un artista comprometido con unas ideas que no ha escondido nunca, por tener siempre una mención al pobre, al necesitado, y a las clases sociales menos favorecidas.

En el concierto interpreto una canción la cual me emociono especialmente, he de decir que no la había escuchado nunca y ahora no me la quito de la cabeza, esta canción es de Jose Ignacio Lapido, otro pedazo de artista que ha dado Ganada, Ríos y Lapido la cantaron a dúo y a 10.000 personas se nos  puso la piel de gallina, había mucha gente con lagrimas en los ojos escuchando este baladon en el que habla de los sin techo, de la gente que está en la calle, esa que es invisible para los demás la canción se llama En el angulo muerto, os la pongo aquí para que las disfrutéis, espero que os guste, también os dejo la letra porque creo que merece la pena, además, también os dejo otra canción mítica, A todo pulmón que interpreto con Carlos Goñi, cuya letra siempre me ha parecido digna de admiración con frases como esta.

Defender mi ideología buena o mala, pero mía, tan humana como la contradicción.

Bye bye Ríos, bye bye maestro, bye  artista, bay  amigo, nos vemos en los bares.


Ah, y dejadme comentarios que sabeis que me hace ilusión. 

Estoy en el ángulo muerto,
es el sitio perfecto, nadie me ve.
Estoy fuera de juego,
batiéndome en duelo lo mismo que ayer
a solas con mis recuerdos,
los falsos y los verdaderos,
si no me ladraran los perros
creería que sueño, nadie me ve,
nadie me ve,
nadie me ve,
nadie me ve.

Estoy en ninguna parte,
rozando el desastre, sin nada que hacer.
Estoy flotando en el aire,
supongo que sabes que abajo no hay red.
Sentado a la diestra del padre,
esperando la luna de Cáncer,
haciendo de la duda un arte,
planteándome en serio volver a nacer,
volver a nacer,
volver a nacer,
nadie me ve.

Nadie me ve
en el ángulo muerto,
nadie me ve

Que difícil se me hace,
mantenerme en este viaje
sin saber a donde voy en realidad.
Si es de ida o de vuelta,
si el furgón es la primera,
si volver es una forma de llegar.

Que difícil se me hace,
cargar todo este equipaje,
se hace dura una subida al caminar.
Esta realidad tirana
que se ríe a carcajadas,
porque espera que me canse
de buscar.

Cada gota, cada idea,
cada paso en mi carrera
y la estrofa de mi última canción.
Cada fecha postergada,
la salida y la llegada,
y el oxígeno de mi respiración,
y todo a pulmón, todo a pulmón.

Que difícil se me hace,
mantenerme con coraje,
lejos de la tranza
y la prostitución.
Defender mi ideología
buena o mala, pero mía,
tan humana como la
contradicción.

Que difícil se me hace,
seguir pagando el peaje
de esta ruta de locura
y ambición.
Un amigo en la carrera,
una luz y una escalera
y la fuerza de hacer todo
a pulmón.

Cada gota, cada idea,
cada paso en mi carrera
y la estrofa de mi última canción
Cada fecha postergada
la salida y la llegada
y el oxígeno de mi respiración
y todo a pulmón, todo a pulmón

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