La Guerra de Granada es el nombre con el que suele conocerse el conjunto de campañas militares que tuvieron lugar entre 1482 y 1492, durante el reinado de los Reyes Católicos, en el interior del reino nazarí de Granada.
Culminaron con la rendición negociada mediante capitulaciones del rey Boabdil, que a lo largo de la guerra había oscilado entre la alianza, el doble juego, la contemporización y el enfrentamiento abierto con ambos bandos. Los diez años de guerra no fueron un esfuerzo continuo: solía marcar un ritmo estacional de campañas iniciadas en primavera y detenidas en el invierno. Además, el conflicto estuvo sujeto a numerosas vicisitudes bélicas y civiles: notablemente los enfrentamientos intestinos dentro del bando musulmán; mientras que en el cristiano fue decisiva la capacidad de integración en una misión común de las ciudades y la nobleza castellanas y el imprescindible impulso del clero bajo la autoridad de la emergente Monarquía Católica. La participación de la Corona de Aragón (cuyos reinos estaban mucho menos sujetos al autoritarismo real) fue de menor importancia: aparte de la presencia del propio rey Fernando consistió en la colaboración naval, la aportación de expertos artilleros y algún empréstito financiero. Era evidente la naturaleza de la empresa, claramente castellana, y la integración en la Corona de Castilla del reino conquistado.
La protocolaria entrega de las llaves de la ciudad y la fortaleza-palacio de la Alhambra, el 2 de enero de 1492, se sigue conmemorando todos los años en esa fecha con un tremolar de banderas desde el Ayuntamiento de la Ciudad de Granada.
La facultad de la Casa de Fernán-Núñez para levantar armas y alimentar tropa, que caracteriza su blasón, hizo posible que de dicha fortaleza salieran guerreros para combatir en Flandes, en Nápoles, en Lepanto o en Granada y conseguir triunfos destacados. Uno de los Condes, el IX Señor, don Fernando Gutiérrez de los Ríos, envió tropas a los Reyes Católicos en 1488 para la conquista de Granada; acontecimiento que fue agradecido por la Reina Isabel mediante una carta que se conserva en el archivo:
El REY e la REYNA. Fernando de los Ríos, nuestro vasallo, ya sabéis que por lo que, a Dios ya gracias, se ha ganado de tierras a los moros; lo que queda por ganar son cosas tan principales que para las conquistas se requiere más gente de cavallo e de a pie que ser pueda, para el Verano venidero e mandamos desde agora apercibir toda la gente que para ello se ha de ayuntar; e queremos que vos nos enviéis, con una persona de recaudo diez lanças, las quales estén prestas, e muy ciertas, para que sean en el lugar e dia que a vos escribiemos, que Nos mande pagar el sueldo que la dicha gente hoviere de aver, de todo el tiempo que estoviere a Nuestro servicio e pues vedes quanto es servicio de Dios, vos rogamos, que en ello no aye falta alguna, según de vos tenemos confiança, en lo qual, mucho plazer e servicio Nos fareis. De la Villa de Valladolid, a tres días del mes de Octubre de 88 años. YO EL REY, YO LA REYNA.
Jueves lardero
El inicio de esta tradición se remonta a la conquista de Granada por los Reyes Católicos, en ella tomó parte don Fernando Gutiérrez de los Ríos, noveno señor de Fernán Núñez con sus propias tropas.
Corría el año 1491, y casi finalizaba el mismo, cuando don Fernando Gutiérrez de los Ríos y Montemayor, noveno Señor de Fernán-Núñez, recibía el siguiente despacho de los Reyes Católicos:
"EL REY E LA REINA. Fernando de los Rios. Ya sabeis como vos embiamos a encargar e mandar, que para cosa que mucho cumplela servicio de Dios e nuestro, toviesedes apercebidas diez lanças. E porque cumple mucho al sevicio de Dios Nuestro Señor que la dicha gente sea en nuestro Real para treinta dias deste mes de Diciembre. Por ende vos mandamos e rogamos, que para dicho termino Nos embieis vos dichas lanças, con una persona de vuestra Casa, con talegas para veinte dias que, venidos Nos les mandaremos pagar el sueldo que hoviessen de aver, desde el dia en que partieron de sus casas, con la venida, e estada, e tornada a ellas. E por servicio nuestro, por cosa alguna no se detenga ni falte la dicha gente al dicho tiempo, que en ello nos fareis servicio. Del nuestro Real de la Vega de Granada, a 13 de Diziembre de 91 años. YO EL REY. YO LA REINA".
Los Católicos Reyes, urgían la presencia de estas fuerzas en su campamento de Santa Fe, por hallarse próximo el definitivo asalto a las murallas de Granada. Los soberanos encarecían a don Fernando que los diez lanceros fuesen conducidos por una persona de la Casa de Fernán-Núñez y nuestro procer estimo que no debería ser otro que el mismo quien fuese a Granada. Así, en los días finales de 1491, después de revistar a sus huestes en la Plaza de Armas del castillo, bajo la viejas almenas que levantara su antepasado Fernán-Núñez de Temes, partió hacia las tierras granadinas.
Don Fernando de los Ríos escribió a su esposa, doña Urraca Venegas, que en su ausencia gobernaba sus Estados de Fernán-Núñez, encargándole que cuando tuviese noticia de la rendición de Granada, reuniese al pueblo y festejase con el fausto acontecimiento.
Granada capitulo el 2 de enero de 1492. La noticia llego rápidamente a Fernán-Núñez, pero Doña Urraca prefirió esperar, para celebrar el acontecimiento, al regreso de su marido.
El jueves anterior al Domingo de Quinquagesima (Carnaval), tuvo lugar la celebración del magno acontecimiento, en la Villa; el pueblo entero, compuesto por hijosdalgos, campesinos de señorío, menestrales y pecheros, marcharon al bello paraje de "El Pozuelo", donde el Señor de Fernán-Núñez hizo que se les sirviesen abundantes manjares, entre los cuales figuraba una especie de torta o panecillo, hecho de harina, manteca y azúcar, con un huevo cocido incrustado en su centro, llamado "hornazo", el cual quedo, para lo sucesivo, como símbolo de la fiesta, que con el nombre de "Jueves Lardero" (de Lardear, o untar el pan con manteca) se viene celebrando cada año, desde aquellas lejanas fechas.
Foto del Pozuelo
La fama que precedió a la celebración del primer Jueves Lardero fue tal que, desde diferentes puntos de la comarca, acudieron muchas personas. Así asegura la tradición que vinieron gentes de Montemayor, Montilla, Espejo, La Rambla, Santa Cruz y La Morena (antigua pedanía de Fernán Núñez hoy desparecida).
Esta festividad se ha convertido en tradición en la villa y sigue celebrándose cada año ininterrumpidamente desde hace más de 500 años.
Imagen del Hornazo Record Guiness de este año, el hornazo mas grande del mundo, hecho en Fernán Núñez.
El castillo de Fernán Núñez se encuentra en pleno casco histórico de la localidad del mismo nombre, provincia de Córdoba, formando parte, sus escasos restos, del palacio de Fernán Núñez. En la Plaza de Armas, dentro del patio de las Caballerizas del Palacio, al que se accede desde la propia Plaza, atravesando una verja. Se puede observar la torre de la Iglesia desde la propia Plaza de la Iglesia en la calle La Feria
El lugar que ocupaba el castillo estaría en medio de la ladera norte sobre la que se asienta el pueblo de Fernán – Núñez. Con la construcción del Parque del Llano de las Fuentes y el Recinto Ferial se cambió totalmente. Este lugar era muy accidentado en la zona donde se sitúan dichos recintos, regada su margen suroeste por el Arroyo Hondo que en épocas medievales debía de contar con un buen caudal de tal manera que le daba gran seguridad a esa zona del castillo y hacía honor a su nombre.
Si te gusto se tan amable de compartirlo en las redes sociales, y así me ayudas a hacer crecer al blog.
1 comentarios :
Yo estudié también en Graná, cinco años (maravillosos jajaja) y siempre le contaba a todos los de allí que nuestro pueblo envió lo que pudo para la conquista y la relación que existía entre ambos.
Muy buen artículo! Un saludete!
Publicar un comentario