Hola a todos
Hoy día de mi 41 cumpleaños tengo el placer de presentaros mi segundo relato corto, el cual e titulado Regresando a mí, muchos de vosotros vais a ubicar las localizaciones enseguida, y por tanto quiero aclarar que es una ficción, y que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, espero que os guste.
REGRESANDO A MÍ
Un movimiento brusco despierta a Ramón, entreabre los ojos y
observa a las dos azafatas como cuchichean entre ellas, esta acostumbrado a
ello, durante toda su vida ejerció una atracción magnética con las mujeres, sus
cincuenta y dos abriles aun le respetan y le es frecuente ver como las féminas
comentan sus atractivos cuando no se sienten observadas, el traje, los zapatos,
y el reloj de firma, también ayudan pero sobre todo sus 1,85 cm, su aun
abundante pelo un poco canoso en las patillas, sus ojos verdes claros y unos
rasgos y un físico perfectamente equilibrados hacían de el todo un seductor.
Una de ellas se le acerca y le dice que dentro de 40 minutos
tomaran tierra en el aeropuerto de Málaga, le pide un poco de agua, y mientras
se acerca al mini bar del yet de alquiler, observa como se contonea al andar,
no es la primera mujer a la que ve modificar sensiblemente su manera de andar
para llamar su atención.
Esta nervioso, como hacia años que no estaba, es un hombre
con aplomo y seguridad en si mismo, no en vano esta acostumbrado a codearse con
los hombres mas poderosos de América Latina, los mas acaudalados empresarios,
ministros, he incluso presidentes, los cuales son clientes de su empresa de
seguridad informática, la mas importante y por el contrario menos conocida en
el ámbito hispano, el lema que siempre repite a sus clientes es que en este
negocio, cuanto menos te conozcan, menos vulnerable eres, por eso solo trabaja
con un selecto grupo de clientes entre los que se encuentran varios estados de
América del sur.
Al bajar del yet y recoger su equipaje, observa como ha
cambiado el aeropuerto de Málaga, del cual partió hace 30 años para Buenos Aires
pensando que nunca regresaría, pero aquí esta de nuevo en la tierra que le vio
nacer, dejo un país atrasado, lleno de represión y odio, en manos de un régimen
fascista que agonizaba, pero que aun daba sus últimos coletazos.
En la empresa de alquiler de coches escoge un Ford Mondeo,
huyendo de los coches de lujo y de las limusinas que frecuenta en sus múltiples
viajes de negocios, no quiere llamar mucho la atención, ya que este viaje es distinto, no va a cerrar
un importante negocio, ni a complacer a ninguno de los políticos a los que
agasaja con viajes lujosos para devolver ciertos favores.
Aunque el coche tiene navegador programa el de su Iphone que
le es más familiar, este le indica como salir de Málaga y tomar la autovía
dirección Córdoba, una hora veinticinco minutos de viaje le esperan hasta
llegar a su destino.
Mientras conduce piensa en que es lo que le ha traído de
nuevo a España, juro no regresar jamás y dejar su pasado atrás, nadie sabia
donde estaba ni que había sido de él, ni siquiera su hermana, Carmen cinco años
mayor que el, de la cual no sabia nada desde hacia treinta años, ni de su padre,
que de estar vivo tendría ya ochenta y cinco años, su madre murió de unas
fiebres cuando el tenia dieciséis años, ahora su familia, o lo que quedara de
ella, era el motivo de su regreso.
Piensa en las palabras que su medico personal y amigo, Antonio
Duarte, le dijo tres semanas después de haber superado un infarto de miocardio,
querido Monchito, así le llamaba cariñosamente, te salvaste de milagro, tu
corazón a sufrido mucho, mira siempre respete tu vida alocada desde que
vivíamos juntos en aquel vetusto piso de estudiantes, fiestas, mujeres, alcohol,
y algún sicotrópico, pero como amigo he de decirte que ya no tienes edad para
esto, debes de sentar la cabeza de una vez, por tus manos han pasado miles de
mujeres guapas, boludo no dejaste ni una para mi, siempre me quedaba con la
amiga fea, y no escogiste a ninguna, siempre respete tu intimidad y nunca te
pregunte por tu pasado, ya que sé que no querías hablar de ello, pero como te
conozco, sé que hay algo que no te deja vivir, que tienes un lastre que no te
permite cerrar el circulo y tener una vida plena, no se puede estar toda la
vida trabajando como un burro, y gastarte lo mucho que ganas en fiestas,
juergas y mujeres, para luego fardar de ello con personas que verdaderamente no
te importan, y que no te llenan, amigo te hemos arreglado la parte física de tu
corazón, pero tu sabes que debes poner en orden la otra parte que solo tu
conoces.
Antonio tenía razón, ninguna mujer podía ocupar mi corazón,
en el solo tuvo cabida una mujer, la más guapa del pueblo, María, ninguna tenía
sus enormes ojos de un suave color marrón que me hacían sumergirme en chocolate, sus dulces y melosos labios,
cuyo perfilado natural junto con su sonrisa, juvenil, e inocente, me impedían
apartar la vista de ella cuando me hablaba, y su ondulado y brillante pelo
negro el cual parecía de seda al acariciarlo.
El GPS arranco a Ramón
de los pensamiento que le venían del pasado con una frase digitalizada y
fría, “a llegado a su destino”, los nervios se apoderaron de él al ver su
pueblo de nuevo, ya no era el mismo que dejo tiempo atrás, había crecido mucho
y no reconocía la gran mayoría de edificios que encontraba a su paso, al pasar
por la plaza del pueblo observo que el cine se había convertido en un bloque de
pisos, y que donde estaban los kioscos de Currito, y de Clavito, ahora había un
bar y una agencia de seguros, todo parecía cambiado a excepción de Santa Marina,
la patrona seguía izada en lo mas alto de su triunfo.
Bajo por la calle de la feria y giro a la izquierda
encontrándose con el palacio ducal, el jardín donde paso tantas horas en su
infancia, se había convertido en un aparcamiento empedrado, el ayuntamiento era mucho mas grande y nuevo que
el que recordaba antes de su marcha.
Aparco el coche en la plaza, bajo de él, y miro hacia su
calle justo a la izquierda del ayuntamiento, estrecha y remozada con un nuevo
pavimento, desde la esquina podía ver la casa de sus padres, donde ahora vivía
su hermana, fue lo único que comprobó andes de volar hacia España.
Cuando empezó a adentrarse en la calle observo como un joven
que cargaba un mueble lo introducía en
la casa de su hermana, mientras un chiquillo de unos tres años se afanaba en
ayudarle consiguiendo justamente todo lo contrario.
Se detuvo y observo como el joven introducía varios muebles
en la vivienda, se preguntaba si le había pasado algo a su hermana, o si
simplemente había vendido la casa y se había mudado. Espero a que el joven
acabara de descargar los muebles, y cuando sintió que el coche arranco y se
alejaba, comenzó a caminar de nuevo hasta colocarse delante de la puerta, toco
el timbre y espero.
La puerta se abrió y apareció Carmen, se había vuelto mayor,
el paso de los años habían hecho mucha mella, el pelo cano y las arrugas se
habían apoderado de ella, su aspecto dejado, típico de las mujeres mayores del
pueblo, distaba mucho de el de las señoras de la alta sociedad con las que se codeaba
en Argentina.
Ambos se miraron durante unos segundos, cuando Carmen
reacciono, broto una sonrisa de sus labios y abundantes lagrimas en los ojos de
ambos, abrazo fuertemente a su hermano el que creía muerto desde hacia tantos
años, estuvo abrazada a el durante largos minutos mientras solo acertaba a
decir, hay mi niño, hay mi niño, mi niño esta vivo, por muchos años que pasara
para su hermana mayor el siempre seria su niño.
Entraron a la casa y cuando su hermana se sereno un poco le
pregunto por su padre, Carmen le conto que había muerto hacia ya cinco años, y
que hasta el ultimo día lo estuvo esperando, nunca perdió la esperanza de que
su hijo apareciera.
También le contó que se caso, que no pudo tener hijos, y que
su marido había fallecido en un accidente en la construcción.
Dos meses después de irte María vino a casa, su padre le había dado una paliza y la había echado de casa, apenas se sostenía de pie, le curamos como pudimos las heridas y nos conto que estaba embarazada de ti, ya sabes como las gastaba el sargento de la guardia civil ese cabrón no tuvo piedad ni de su propia hija.
Papa le dijo que su nieto no se iba a criar en la calle, así que se quedo a vivir con nosotros, cuando Ramón nació, si, se llama como tu, papa ejerció de padre, y María y yo de madres por que ni que decir tiene que es un hijo también para mi.
María trabajo en el campo, limpiando casas, buscándose la vida aquí y allá, entre todos criamos a tu hijo y pudimos darle unos estudios, es administrativo, se casó con Ana una chica del pueblo muy buena gente, tienen a David que es un sol de tres años, vivían de alquiler en Córdoba, pero con la crisis lleva dos años parado y no puede pagar el alquiler, así que se viene a vivir conmigo otra vez.
¿Y María? Pregunto Ramón, María compro un piso pequeño aquí al lado, ahora apenas hay trabajo en el campo, y con la crisis tampoco hay casas para limpiar, el banco le va ha quitar el piso el mes que viene, y también se va ha venir a vivir conmigo, de hecho los muebles que tu hijo traía eran de ella, ahora tenemos que vivir todos de mi pequeña pensión, y de lo poco que puedan traer María y Ramón.
Carmen cogió el teléfono y llamó a María le dijo que subieran todos a su casa, que tenia una sorpresa para ellos, Mientras tanto Ramón absorto en sus pensamientos, no podía creer lo que estaba oyendo, jamás se imagino que había sido padre, y mucho menos abuelo, ni que por su culpa, por no haberse preocupado nunca de los suyos, estos hubiesen vivido una vida llena de penurias mientras él vivía en el lujo.
Ramón estaba de pie cuando María entro en el salón sus enormes ojos de suave color marrón denotaban sorpresa, estaban apagados, tristes, sus labios y su tez habían sufrido la dureza del campo, su ondulado pelo negro ya no brillaba y las canas comenzaban a brotar con fuerza.
Aun así para Ramón seguía siendo la mujer más bonita que había visto en su vida, solamente con verla volvió a sentir una sensación de magnetismo que solo había sentido con María, con ninguna otra mujer había sentido esa sensación, y por eso las rechazo a todas.
Al contrario que su hermana, María permaneció de pie mirándolo fijamente, un gesto de rabia y dolor se mostraba en su cara mientras aparecían las primeras lágrimas.
¿Sabes cuantas noches estuve sin dormir esperando que no estuvieras muerto y aparecieras?
¿Sabes por todo lo que he tenido que pasar yo sola con un niño?
Le pregunto con rabia y dolor por qué había desaparecido, y por qué no habían vuelto a saber de el en treinta años, ni una carta, ni una llamada, nada.
Ramón bajo la mirada, conforme sus recuerdos, esos que tanto le atormentaron volvieron a su mente comenzó a hablar.
Una noche de fin de semana después de dejarte en tu casa fui a tomar algo con los amigos, cuando regrese solo a casa me encontré a tu padre y otro guardia civil que lo acompañaba, traían arrastrando a papá completamente borracho e inconsciente, como cada fin de semana desde que murió mamá, se dirigió a mi y me dijo, oye tu escoria, aquí tienes al borracho asqueroso de tu padre, lo arrojo al suelo dándose un fuerte golpe en la cabeza por donde comenzó a sangrar, lleno de ira me volví hacia él y le di un puñetazo tirándolo al suelo, rápidamente el otro guardia civil saco su pistola y me encañonó la cabeza, tu padre se levanto del suelo mientras se dirigía a papá me decía que si no dejaba a su hija y me perdía del pueblo para siempre la próxima vez que papá se emborrachara sería la ultima, mientras decía estas palabras asestó una patada en la barriga de mi padre que yacía en el suelo en un charco de sangre, la próxima vez se va ha caer por algún barranco y se va a hacer mucho mas daño, después se dirigió a mi y entre los dos me propinaron una brutal paliza, mientras me repetía lo mismo una y otra vez, o te vas de aquí mañana y dejas en paz a mi hija o me cargo a tu padre.
Yo sabía que papá no podía dejar la bebida de un día para otro, y tampoco podía vivir aquí y no poder acercarme nunca mas a María, así que hice la maleta y me marcha a Argentina, lleno de odio y frustración por tener que dejar atrás todo lo que mas quería en esta vida y no poder hacer nada para remediarlo.
Cuando llegue a Buenos Aires comencé a trabajar a turnos en una fábrica, en mis ratos libres comencé a estudiar para mantener la mente ocupada en otra cosa que no fuese en mis seres queridos que tuve que dejar atrás, fui a la escuela de adultos, y después a la universidad, cursé los estudios de Ingeniero Industrial, de lo que estuve trabajando varios años en la misma fábrica, me aficione a la informática, comencé a hacer pequeños proyectos, que se vendieron bien, monte una pequeña empresa de seguridad informática, prospere, y ahora poseo la mayor empresa de seguridad informática de toda américa latina, sin darme cuenta borre mi pasado para no sufrir, y ahora me doy cuenta de que ha sido el error mas grande que he cometido en mi vida.
María escucho con interés el relato y relajando el gesto le presento a su hijo, este le estrecho la mano fríamente, para él era un perfecto desconocido, también le presento a Ana y a su nieto David, el cual ni siquiera se quiso acercar a él, era evidente que tenía que poner mucho de su parte de aquí en adelante para que le aceptaran como miembro de la familia.
A partir de ahora me voy a ocupar de vosotros que es lo que tenia que haber echo hace ya mucho tiempo, a mi hijo, a su mujer, y a mi nieto, les voy a comprar una casa como regalo de boda que nunca les hice, de donde no se tengan que mudar jamás, además hijo, voy a poner una delegación de mi empresa aquí en nuestro pueblo, en la cual te ubicare para que el día de mañana la gestiones tú mismo, ya que yo me quiero dedicar más a mi familia, y recuperar en lo que sea posible todo el tiempo perdido, olvidarme de mi familia ha sido con mucho el mayor error que he cometido en mi vida, con respecto a ti hermana ya no tendrás que estar haciendo malabares para llegar a fin de mes, y ti María nadie te va a echar de tu casa, y si me lo permites me gustaría recuperar contigo el tiempo perdido y todo el daño que te he hecho.
María se acercó a él y respondió con voz seca, nunca podré recuperar todo este tiempo de penurias que he pasado, es difícil a mi edad volver a confiar en ningún hombre, mi padre y tú os habéis encargado muy bien de ello.
Ramón tenia nuevos y difíciles retos por delante, no sabía si podría adaptarse de nuevo a vivir de una forma más sencilla, en un pueblo pequeño lejos del lujo y el glamour, esto era una tarea ya difícil, pero ganarse a su hijo, su nuera, y su nieto, lo eran aún mas, tenía la obligación de ocuparse de los suyos, y darle descanso y un poco de paz a su todavía más atormentado corazón. ¿Junto a María? tal vez, pero eso ya es otra historia.