Esta tarde estaba lloviendo como todo el día, hacia un día de perros, al salir de Mercadona escuché una voz apenas perceptible, miré a mi izquierda y vi a un joven rubio de unos 25 años , a su lado se encontraba una mujer de rasgos mulatos de unos 45 años, los dos estaban empapados y con el gesto encogido por el frio, el joven al ver que les prestaba atención me repitió lo que me había dicho antes, de nuevo con un tono bajo, triste, desesperado y vergonzoso a la vez, como de alguien a quien esa situación le avergonzara, pero que no tenía más remedio...